martes, 31 de diciembre de 2013

ÚLTIMO DÍA DEL AÑO 2013
Debo recordar que comencé este año en las playas amplias y calientitas de mi balneario norteño, cuna de mi nacimiento: PIMENTEL.
En esos días, ya me sentía alejado de las aulas superiores de la Institución que me albergó desde 1987. Nos dijeron que en enero de este año sería promulgada la Ley de Educación Superior.
A fines del primer mes, cuando fuimos a recibir nuestras remuneraciones como lo hacíamos mes a mes con ceño arrugado hasta los hombros, nos dimos con la sorpresa que nuestro chequecito no podía pasar por el huequito del ventanillero. El chequecito ya no era chequecito, sorpresivamente estaba quemante de alegría.
El año comenzaba muy bien. 
Con un buen grupo de estudiantes, iniciamos la labor de APLIJ. Había mucho entusiasmo y lo coronamos con el viaje a la ciudad de Chepén. Antes de dicho Congreso arribamos a Chiclayo y después a Pimentel. Llegamos 18 miembros, y fuimos bien atendidos, ya por el presidente de la Casa de la Cultura de ese distrito como de su Alcalde y población en general.
Recordamos el cebiche picantito, la tortilla de raya y la chicha de jora de Catacaos.
Ya en Chepén, participamos en el pasacalle, y en la inauguración el seis de noviembre. Todo un buen acontecimiento. Trabajamos hasta el día nueve del mismo mes, y ese mismo día, por la noche partimos a Lima, de ahí a Arequipa y, finalmente, a Juliaca.
El próximo año el evento se realizará en Ayacucho. Fue un gran acontecimiento por la participación de los estudiantes, la disciplina y responsabilidad que hicieron gala. Así, dichos estudiantes serán buenos profesores.
Dos grandes acontecimientos que han marcado este año como muy fructífero en mi ruta profesional.
Este año próximo seguirá los pasos del año que está finalizando.
Digo que nosotros somos los únicos que le damos la pauta a la vida. Está en nosotros y en nadie más...seremos felices si lo queremos!
Un gran abrazo para todos ustedes.

sábado, 7 de diciembre de 2013